sábado, 28 de mayo de 2011

Misma presentación, pero de otra forma

Paisajes inolvidables

Siguiendo con la línea claramente ecologista que mantengo en este blog, a continuación se expone una pequeña muestra de entornos naturales, que todos debiéramos ser conscientes de que existen y, por tanto, hacer todo lo posible por conservarlos y protegerlos.

Espero que os gusten.

Ecología

martes, 17 de mayo de 2011

El placer de caminar

Siempre me ha gustado caminar. Dar paseos por el campo, practicar senderismo, realizar rutas por la montaña…

Hoy en día la mayor parte de los desplazamientos los hago a pie. No utilizo el coche apenas para nada, sólo para lo imprescindible. Esto es, para aquellos casos en los que el trayecto andando no es practicable por la distancia a cubrir o cuando la carga que tengo que transportar me supera para poder llevarla andando.

Así es como entiendo la filosofía del uso del coche: utilizarlo para lo imprescindible.

Pasaron cinco años desde que me saqué el carné de conducir hasta que tuve coche propio y me lo compré por circunstancias laborales.
Si pudiera ir de casa al trabajo andando, en bicicleta o en transporte público no me hubiera comprado coche.

Y, en estos momentos, eso es el coche para mí: un instrumento de trabajo. Nada más. Apenas lo utilizo para otra cosa.
No es que no me guste conducir, simplemente que veo que no me es necesario para el resto de desplazamientos que hago a lo largo del día o cuando no estoy trabajando.

Bien, después de esta introducción, ¿a dónde quiero llegar?. Pues sencillamente a que me parece que hoy en día se está haciendo un abuso y un mal uso del coche.

Hay gente que parece que apenas sabe dar un paso. Todos sus desplazamientos los realiza en coche y no se da cuenta del daño que está haciendo al medio ambiente y a sí misma.
Si nos paramos a pensar cuántos trayectos a lo largo del día podríamos hacer caminando o, si la vía es adecuada, en bicicleta, en vez de usar el coche, no dejaríamos de sorprendernos.

Nos hemos vuelto una sociedad cómoda que participa de la cultura de lo inmediato. Nunca estamos satisfechos con lo que tenemos. Siempre queremos más y que nos cueste el mínimo esfuerzo. Nos hemos vuelto verdaderamente cómodos. Es verdad, para qué andar, que me canso, si puedo ir en coche… ¡Craso error!.

Andar es unos de las prácticas más saludables y que requiere menos esfuerzo. Viene bien para el cuerpo y para el medio ambiente, es decir, es una actividad sana que no contamina. Es barata y no gasta como el coche.  En vez de combustible, quemas calorías. A demás, entras en contacto con el medio ambiente. No ves pasar los objetos a través de un cristal.

Veamos algunos ejemplos:

¿Cuántas veces hemos visto a las salidas de los colegios los típicos embotellamientos debidos a esa costumbre tan peligrosa de estacionar en doble fila cuando los padres y madres van a recoger a sus hijos en coches? Planteo esta pregunta: ¿No pueden ir andando o utilizar el transporte público?
Muchos me contestarán argumentando, que el horario o la combinación del transporte, no es adecuada y no les queda más remedio que utilizarlo. Hasta ahí de acuerdo. Nada que objetar. Pero, ¿cuántos de esos padres tendrán una segunda opción (ir a pie o en transporte público) y por comodidad no la utilizan?
Pienso lo mismo a la hora de recoger a un familiar en la estación de trenes o autobuses (no menciono los aeropuertos, porque es un caso bien distinto). Los fines de semana el tráfico en esas zonas es tremendo

Otra situación que se da con frecuencia sucede cuando los empleados acuden a un mismo centro de trabajo con el mismo horario y todos siguen el mismo recorrido. ¿por qué los trabajadores no hacen la intención de quedar e ir a recogerse unos a otros turnándose, en vez de utilizar un vehículo por persona?.
En los parkings de algunas administraciones premian a los funcionarios que siguen esta política con un descuento en el tiempo de estacionamiento.
Un caso parecido a éste se da cuando familiares y amigos acuden a eventos en común, como pueden ser bodas, bautizos, comuniones, cenas de empresa…
¿No es más fácil, utilizar menos coches con más ocupantes? Y aquí a parte de la contaminación, también entra la seguridad del individuo, porque recordemos que en estos sitios se suele beber.

Un caso que me produce cierta contradicción, son aquellas personas que pudiendo ir andando o utilizando el transporte público acuden al gimnasio o al centro deportivo donde entrenan en coche. Si vas a ejercitar el cuerpo ¿qué te supone caminar un poco más?

También ver los parkings de las Universidades repletos de coches me da cierta lástima. ¿A cuántos de esos estudiantes no les será imprescindible utilizar el coche y acuden con él todos los días a clase?

En fin, se me ocurren tantos otros casos que se podrían mencionar… pero no pretendo aburrir a nadie. Ni mucho menos demonizar al coche.
No hace falta decir lo que ha supuesto el coche para el desarrollo de la sociedad actual. La autonomía que ha aportado, la reducción de tiempos, la logística en el transporte.
No, no va por ahí el sentido de esta crítica. No se critica al instrumento, sino a la mala utilización del instrumento y las consecuencias que puede acarrear su uso indiscriminado en la contaminación del planeta.

Supongo que muchos no estarán de acuerdo conmigo y que argumentarán que con los horarios y las distancias, esto de dejar de utilizar el coche en los desplazamientos no es tan sencillo.

De todas formas, animo a realizar la siguiente reflexión.
Una legua supone el camino que recorre una persona andando durante una hora. Este camino que, obviamente varía en función de muchas circunstancias, está estimado en unos 5,5 Km. De esta manera, se deduce que, asumiendo los condicionantes (trayecto, terreno, edad de la persona, paradas inesperadas, etc…), un individuo es capaz de recorrer caminando 1 km. en 10 minutos a un ritmo de marcha normal. ¿Cuántos de los desplazamientos que realizamos a diario que perfectamente se pueden cubrir a pie en un tiempo razonable, los realizamos con el coche? ¿Por qué esa manía de depender de los vehículos a motor y no ser autosuficientes en nuestros desplazamientos? ¿Suponen mucho invertir (no perder) unos minutos de más en nuestros itinerarios cotidianos?

En fin, no pretendo convencer a nadie ni imponer ningún pensamiento, aunque en algunos momentos el discurso haya podido resultar algo duro. Al final, cada uno hará con su vida lo que quiera, pero hay que recordar que este espacio lo compartimos todos y si no somos conscientes del mal uso y abuso que hacemos del coche a diario y no intentamos cambiar este mal hábito, tarde o temprano todo esto nos pasará factura.

Quiero terminar con una cita que leí en un artículo de un períodico que trataba sobre la contaminación del planeta:  
el mayor error es no hacer nada porque tan sólo se piensa que se puede hacer muy poco
Dicho de otra manera, para qué voy a no contaminar, a reciclar, a cuidar el medio ambiente si los demás no lo hacen.

Si continuamos manteniendo esta postura, nunca avanzaremos.


Primer contacto


 Entendiendo el blog como un medio de comunicación personal, donde se expresan ideas, opiniones, críticas, anécdotas, denuncias y todo un sinfín de experiencias… no me ha costado mucho decidirme con qué tema empezar.

Al poner como título Evolución a este espacio, pensé que sería una buena cabecera bajo la que se podían englobar diferentes materias de actualidad, especialmente relacionadas con la evolución y el progreso de la sociedad actual.
Comentar y a la vez criticar el modelo de sociedad a la que hemos llegado (hemos evolucionado) a lo largo de la historia. Qué éramos y en qué nos hemos convertido, o mejor dicho, qué teníamos y que nos queda después de tantos años de historia.


Como amante de la naturaleza que me considero, se me ha ocurrido que desde aquí podría trasmitir aquellas ideas y pensamientos relacionados con un tema del que tanto se habla hoy en día en los medios de comunicación, del que tanto se ha escrito y que a tantas asociaciones, sociedades y organizaciones ocupa: la defensa y conservación del medio ambiente.

No se pretende repetir más de lo que se ve y se oye en los medios en cuestiones relacionadas con el medio ambiente (que por mucho que se repita, siempre será poco), sino recoger aquellas experiencias y gestos cotidianos que todos hacemos y a los que nos hemos habituado diariamente sin ser conscientes del daño que estamos produciendo al entorno que nos rodea.

En conclusión, si no reflexionamos y nos paramos a pensar qué actitudes podemos mejorar en nuestra vida para conseguir un entorno más saludable, sostenible y equilibrado; y no somos capaces de darnos cuenta que lo que tenemos es algo que hemos heredado y nos ha venido dado de forma gratuita, y que en muchas ocasiones no merecemos. Estaremos estancados, no evolucionaremos y degradaremos aún más un medio del que no quedará nada para generaciones posteriores.


No pretendo ponerme catastrofista, pero es la realidad. Si no reaccionamos ahora quizá luego sea demasiado tarde.

Quiero terminar con una frase que me llamó poderosamente la atención y que escuché en el remake de la película de los años cincuenta  titulada “ultimátum a la tierra”.  En ella, un alienígena con forma humana llamado Klaatu (Keanu Reeves) acompañado de un amenazante robot, llega a la tierra para transmitir un importante mensaje a la humanidad y ante la pregunta del mandatario de Estados Unidos sobre algo así de qué es lo que quiere de nuestro planeta, Klaatu contesta: “no es su planeta”.
Con eso me quedo, no es nuestro planeta, vivimos en él, pero no nos pertenece. Y si no hacemos por respetarlo, cuidarlo y conservarlo seguiremos involucionando y retrocediendo hasta que todo lo bello y hermoso que contiene acabe por desaparecer.